‘La Roja’ tiene una deuda que no ha podido saldar en más de 50 años
MOSCÚ, RUSIA.- El 2 de julio de 2017, la selección de Chile volvió a disputar una final por tercer año consecutivo y pese a que en esa ocasión no logró alzar la copa en disputa, su actual generación de futbolistas seguía por las nubes.
La actual camada de estrellas mundiales encabezada por Arturo Vidal y Alexis Sánchez inició su proceso previo a Sudáfrica 2010. Tras la salida del uruguayo Nelson Acosta, estratega que en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 ganó la medalla de bronce con ‘La Roja’ y la jubilación del mítico delantero, Marcelo ‘El Matador’ Salas, entró Marcelo Bielsa al mando y logró llevarlos a disputar otro Mundial tras 12 años de ausencia.
A pesar del éxito que el futbol chileno tuvo hasta ese torneo, le quedó una deuda que no podrá saldar en Rusia 2018, la cual es trascender en la Copa del Mundo, ya que en la justa que fueron anfitriones en 1962 en donde llegaron a semifinales y en sus últimas tres participaciones donde quedaron en octavos, tuvieron un mismo verdugo; Brasil.
En 1962, Chile fue segundo del Grupo A con cuatro puntos, solo por debajo de Alemania del Oeste que fue primera con cinco unidades y quienes los vencieron por pizarra de 2-0. Posteriormente, dejaron fuera a la Unión Soviética con una victoria de 2-1. En semifinales se vieron las caras con Pelé y compañía, quienes los superaron con un contundente resultado de 4-2, gracias a dos dobletes de Garrincha y Vavá. En el duelo por el tercer puesto, vencieron a Yugoslavia 1-0.
Para Francia 98’ y después de una fase de grupos en la que fueron muy competitivos con ‘El Matador’ Marcelo Salas como su principal figura, Chile de la mano de Acosta llegó a octavos de Final como segundo del Grupo B con tres puntos, producto de una misma cantidad de empates. Su rival en turno fue el Brasil de Ronaldo, Rivaldo y Roberto Carlos. Con dobletes de ‘El Fenómeno’ y César Sampaio, ‘La Verdeamárela’ apagó las esperanzas de ‘La Roja’, pese a un tanto de Salas.
Luego de dos ediciones en las que los andinos estuvieron ausentes, finalmente de la mano de Bielsa volvieron en Sudáfrica 2010. Después de superar a Honduras y Suiza y de jugarle de tú a tú a España, en la siguiente ronda se toparon con Brasil otra vez y volvieron a perder por diferencia de tres goles. En un lapso de 25 minutos, Juan, Luis Fabiano y Robinho cortaron las ilusiones de Chile.
En Brasil 2014, Chile volvió a avanzar a la fase de octavos como segundo de grupo con Jorge Sampaoli al mando tras vencer a Australia y España y al caer ante Holanda. ‘La Verdeamárela’ avanzó como primero del Grupo A, tras superar a México por diferencia de goles. El partido fue muy intenso y tras un 1-1 en el tiempo reglamentario, el juego se definió en penales y tras una definición de Neymar Jr. y un cobro errado de Gonzalo Jara, Brasil volvió a dejar en el camino a ‘La Roja’.
Para no variar, después del bicampeonato de Copa América y el subcampeonato de Copa Confederaciones, la eliminatoria de Chile se complicó en las últimas cuatro jornadas. Primero fueron goleados a domicilio por Paraguay con un sorprendente marcador de 0-3. En ese cotejo Vidal metió un gol en propia meta. Posteriormente cayeron 1-0 en Bolivia. En la penúltima jornada, consiguieron una apurante victoria sobre Ecuador por resultado final de 2-1, para así llegar con medio boleto a Rusia 2018. Para su mala suerte, les tocó visitar al conjunto carioca, quienes no tuvieron piedad y con una goleada de 3-0 combinada con un empate de Colombia y Perú, terminó privándolos de disputar su cuarto mundial consecutivo.
Está claro que a pesar de no haber regresado a Rusia, la última década fue muy buena para el futbol chileno, lo hecho en los torneos ya mencionados, llegó a tener su punto más alto en la Copa América Centenario con una goleada de 7-0 sobre México en la fase de cuartos de final y días después fue sellada al coronarse como bicampeón del continente.
Sin duda esos logros los colocaron a la altura de las más grandes potencias del futbol. No obstante, todavía hay una asignatura pendiente, que es trascender en una Copa del Mundo y de volver a topárselos en una competencia, evitar que los brasileños les maten las ilusiones.