Por: Antonio Ramírez Águila
SAMARA, RUSIA.- Con lo justo y con polémica arbitral, la selección de Colombia consiguió un muy sufrido pase a los octavos de final tras derrotar a Senegal por marcador de 0-1 en la Arena de Samara.
Senegal fue el equipo que más insistió durante los 90 minutos con constantes llegadas al arco colombiano, que sudó a la gota gorda para evitar el gol que sin duda los eliminaría temprano en el Mundial, aunque durante la primera mitad ambos equipos arriesgaron muy poco, y ese mismo tenor se siguió durante todo el encuentro.
Sin embargo, la polémica se desató cuando Sadio Mané al minuto 16 fue derribado dentro del área, y aunque el árbitro revisó la jugada en el videoasistente, decidió no conceder lo que parecía ser un penal claro.
A pesar de tantas precauciones y de la presión de los “leones de Teranga”, un error de concentración les costó el gol, perdiendo la marca cuando se efectuaba un cambio, permitiéndole a Yerry Mina rematar de cabeza sin que nadie le incomodara.
Los minutos finales fueron de verdadera ansiedad, pues los africanos habían pasado de la euforia a la angustia en unos cuantos minutos y se volcaron furiosamente al ataque, pero una defensa bien plantada y el talento de David Ospina salvaron la tarde para los cafeteros que se metieron dentro de los mejores 16.
Esta es la primera vez desde 1994 que ningún país africano consigue superar la fase de grupos, y la primera vez que un equipo es eliminado por el criterio de Fair Play en la historia de los Mundiales, mientras que Colombia avanza como líder de grupo con seis unidades.