El camino fue largo, pero Manny Barreda recuerda el día que cumplió su sueño de jugar en Grandes Ligas
TIJUANA, Baja California (TorosDeTijuana.com-Armando Esquivel).- Las cosas a su debido tiempo.
Para Manny Barreda un semáforo en rojo se convirtió en el momento correcto, ese que había esperado por muchos años. El sueño de llegar a Grandes Ligas se había cumplido.
El 6 de septiembre del 2021 la gran puerta se abrió para el lanzador derecho nacido en Sahuarita, Arizona, cuando fue notificado por Gary Kendall, manejador de la sucursal de Triple A, Norfolk Tides, que su siguiente actuación sería con el equipo de Orioles de Baltimore.
“Yo Iba manejando en un día de descanso rumbo al hotel cuando me habló el manejador como a las nueve de la noche y me dijo “Oye esta noticia es muy buena para ti”, comentó Barreda. “Yo estaba en un semáforo en rojo así que puse poner el teléfono en el altavoz y mi esposa y yo pudimos escuchar que me dijo “Te van a subir a Grandes Ligas; vas a Baltimore mañana”.
Barreda, quien fue tomado por la organización de Yankees de Nueva York en el draft del 2007, pasó once campañas en ligas menores con los “Bombarderos del Bronx”, Cerveceros de Milwaukee, Bravos de Atlanta y Orioles de Baltimore.
Parecía que su tiempo había pasado, pero al final, el trabajo, la dedicación y la perseverancia le hicieron encontrar el “premio mayor” luego de un largo y pedregoso camino que estuvo lleno de desviaciones y obstáculos que logró sortear.
“Solté un grito ahí en el carro y esa noche no pude dormir, obvio tenía que hacer maletas y no podía controlar las emociones de tanto que había esperado ese momento; siempre había soñado con ese llamado y uno piensa como va a ser la primera vez”, agregó.
Esa noche fue muy larga para el serpentinero que pertenece a Toros de Tijuana en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), pero lo primero en su mente fue compartir la buena noticia a su familia, con esas personas que nunca dejaron de apoyarlo.
“Mis papás fueron los primeros que me inculcaron este camino y ellos batallaron lo mismo que yo batallé, a ellos les tocó sufrir también en los momentos que no salían las cosas, entonces ellos se merecían ese primer llamado”, recordó.
El martes 7 de septiembre, Manny Barreda se uniformó por primera vez con la franela de Orioles de Baltimore en espera de su debut en la “Gran Carpa”. Ese día el conjunto de Maryland enfrentó a Royals de Kansas City, pero el novato se mantuvo en el bullpen y no fue requerido para trabajar en el primer juego de la serie que se desarrolló en el mítico estadio de Camden Yards.
“Ese día no me tocó lanzar, pero yo ya estaba esperando entrar porque cuando te suben a Grandes Ligas es porque te necesitan”, explicó.
A pesar de que no llegó su debut, ese día le sirvió mucho a Barreda para poder controlar las emociones y asimilar la nueva etapa que estaba viviendo como pelotero. Sentado en el bullpen observó la manera de conducirse de sus compañeros; las rutinas en un día normal de trabajo y desde ahí se imaginó lo que ocurriría el día que le estaba destinado para presentarse a jugar en el máximo nivel.
“Al día siguiente yo sabía que era muy probable que debutara porque el día anterior habían lanzado dos o tres pitchers de relevo, además ya el miércoles se había subido otro, así que estaba muy seguro de que ese era mi día”, mencionó.
Y así fue.
Ese miércoles 9 de septiembre los Orioles de Baltimore se encontraban perdiendo 5-0 con siete entradas completas. Fue ahí cuando llegó el llamado al bullpen, pidiendo por el brazo de Manny.
“Ya cuando empecé a calentar se volvió algo normal para mí. No es normal porque nunca había calentado en Grandes Ligas, pero estar calentando me hizo controlar mucho más las emociones, luego pisar el terreno que por cierto también me lo había imaginado el día anterior, entonces yo ya había practicado todo eso en mi cabeza y fue más fácil”, explicó.
En esa parte alta de la octava entrada Barreda se enfrentó a Adalberto Mondesí, Ryan O´Hearn y Michael Taylor. Retiró la entrada en orden con su primer ponche al abanicar a su tercer rival de esa noche.
“Lo principal para mí era tirar strikes en mi debut; el primer pitcheo era muy importante para mí y quería que fuera strike, no esperaba que el bateador le fuera a hacer swing, pero sí le abanicó, entonces ya pensé “ahora sí hay que ponerme las pilas porque aquí andan con todo”, recordó sonriendo.
Tras colgar la argolla, Barreda pasó al dugout y se dispuso a esperar su turno de volver a la lomita, ya que le informaron que continuaría lanzando si el marcador de 5-0 se mantenía en la parte baja de la octava tanda.
Sin embargo, el destino le tenían preparada otra gran sorpresa, ya que sus compañeros, quienes habían sido blanqueados en los primeros siete episodios, armaron un ataque de nueve carreras para una fenomenal voltereta, la más grande de toda su temporada.
“Empecé a ver que la entrada se alargaba; algunos compañeros se acercaban a decirme “vas a ganar el juego” y yo tan emocionado pensaba “ojalá no me manden a lanzar otra entrada y lo mejor sería que eso haya sido todo para mí hoy”, entonces ya cuando empatamos se me acercaron el manejador y el coach a decirme “buen trabajo, ya viene el cerrador por ti”, relató.
Para la novena entrada los Royals no se dieron por muertos y se acercaron peligrosamente con un cuadrangular de tres carreras, pero al final Tyler Wells como pudo cerró la puerta para sellar la victoria y así Manny Barreda cumplió su sueño de debutar en Grandes Ligas, consiguió su primer ponche y se acreditó su primer triunfo.
“Yo ya en la novena entrada me pude relajar, disfrutar el juego y todos muy contentos, yo y los compañeros que conocía de Triple A que sabían todo lo que había pasado para llegar ahí. Mi esposa y mi hija estaban ahí y pude disfrutar ese momento con ellos”, mencionó.
El derecho lanzó dos juegos más en su corta estancia en Grandes Ligas, pero sin duda fue esa primera muestra la que quedará más grabada en su mente y en la de amigos y familiares.
“Es un sueño realizado que yo tenía desde niño cuando me imaginaba ser un jugador de Grandes Ligas; me haba tocado se parte de cosas muy grandes en el béisbol, pero no había cumplido con el sueño de ser Grandes Ligas y pues era una espinita que tenía yo clavada y me la tenía que sacar, gracias a Dios se dieron las cosas de estar en el lugar correcto en el tiempo correcto”, aseguró.
Terminó la temporada 2021 en Grandes Ligas y con eso también dio por finalizado el contrato de Barreda con Orioles de Baltimore, lo que lo dejó en la agencia libre.
“Todavía no sé qué planes tenga Orioles de Baltimore y ojalá siga algo bueno para mí, pero lo que venga en el béisbol ya es extra, aunque si espero tener esa oportunidad de volver a Grandes Ligas, pero todo está en manos de Dios, yo ya logré mi objetivo que era llegar ahí, aunque ahora deseo mantenerme”, concluyó.
A los 32 años y 335 días de edad Manny Barreda pudo decir “misión cumplida”
“Nunca es tarde para alcanzar tu sueño, yo hace seis años estuve muy cerca del retiro ya que no veía cosas favorables para mí, ni en Liga Mexicana de Beisbol ni en Liga Mexicana del Pacífico se veía muy clara la cosa y ahí es donde tienes que enfocarse y la verdad el sacrificio es grande para lograr lo que quieres ya sea en el béisbol o fuera de él, así que hay que trabajar mucho porque nada llega solo”, concluyó.