By 
‘El Titán’ no sólo se quedó cerca de ser el máximo toletero mexicano en Grandes Ligas, sino también en la historia de los frailes
GUADALAJARA, JALISCO.- “De hecho yo intenté volver a los Padres, hablé con el dueño (Ron Fowler) y él me dijo que por él encantado, pero que no sabía cómo lo tomarían los demás peloteros”, fue lo que expresó Adrián González en compañía del periodista David Faitelson durante su participación en la Gala del Deporte 2019 en Tijuana, Baja California.
En aquel entonces, Adrián llevaba alrededor de 15 meses inactivo, pues el 10 de junio de 2018 Adrián fue dejado en libertad por los New York Mets y desde entonces no ha vuelto a ponerse “los spikes” para tener participación en un juego oficial.
González se quedó a cuatro cuadrangulares de ser el máximo toletero mexicano en Grandes Ligas y a tres de ser el líder de todos los tiempos en la franquicia de los San Diego Padres.
“Son cosas que en el momento hace dos años si las tenía en mente. No eran una meta ni nada porque siento que mi trayectoria en Grandes Ligas fue gracias a Dios, muy buena”, expresó Adrián.
Originario de San Diego, California, González tuvo la oportunidad de jugar de 2006 a 2010 en el equipo al que apoyó en su niñez como lo son los Padres, antes de ser cambiado a inicios de 2011 a los Boston Red Sox, aunque un año y medio después lo traspasaron al acérrimo rival de los frailes Los Ángeles Dodgers.
Cada que enfrentó al conjunto carmelita cuando estuvo en Boston, en su última participación con Mets, pero sobre todo con Dodgers, Adrián los castigó con el madero.
De por vida les bateó para .317, con 19 cuadrangulares y 67 producidas. Sin embargo, el cariño hacia esta franquicia siempre la ha tenido en mente y es por eso que en 2019 intentó regresar.
“Si recuerdo bien me quedé a dos home runs del líder de los Padres y para mí no había tanta importancia en esos récords, si no para mí era algo bonito poder volver a Padres, pues no se dio, así que fue algo que lo busqué, pero no se dio”, agregó.
Hoy en día, ‘El Titán’ con casi 39 años de edad, deja del lado el sueño de Grandes Ligas, para enfocarse en una nueva aventura con la franquicia de expansión Mariachis de Guadalajara en la Liga Mexicana de Beisbol y así poder ser considerado para los Juegos Olímpicos de Tokio en el próximo verano.
Curiosamente en este equipo que es manejado por el tijuanense Benjamín Gil con quien Adrián jugó en el Clásico Mundial de 2006, se encuentra con muchos peloteros bajacalifornianos, varios que al igual que él, comenzaron su sueño en los Campos de Otay.
Tal es el caso de los jóvenes Alexander Tovalín, Kevin Zamudio, Roque Salinas y José Cerda. También se encuentran los hermanos tecatenses Leo y Benny Heras, quienes ya son unos jóvenes veteranos, además de los experimentados Issmael Salas, Carlos Mendívil y el mexicalense Jesse Castillo.
La historia con salas es muy peculiar porque González y él prácticamente se conocen desde la cuna y volver a estar con él cuando los dos están a punto de llegar a la misma edad, es muy emotivo.
“Es algo muy bonito para mí. Si hay muchos jugadores de Tijuana, Rosarito, Mexicali, toda el área de alrededor de Baja California Norte. También una de las cosas que me da mucha felicidad y mucha emoción, es poder jugar en el diamante con Issmael Salas que jugué con él desde niño”, recordó.
“Jugamos en nacionales desde biberón, escuelita, infantil, pony y pues jugamos juntos todos los nacionales en la Liga Municipal. En ese equipo también estaba Agustín Murillo, que no me tocó esta vez, pero tenemos una amistad muy buena y es algo muy bonito”, finalizó.
