El Estadio 974 es el primer inmueble desarmable de los mundiales
DOHA, QATAR.- Una de las constantes críticas a la organización de eventos deportivos de talla mundial, ya sean las Copas del Mundo de la FIFA o los Juegos Olímpicos, son los llamados “elefantes blancos”; estadios y arenas que son utilizados durante la duración de una gran fiesta deportiva, pero que luego se quedan inertes, vacíos y sin atletas que los utilicen.
Estos inmuebles son odiados por la población local, porque parecen un monumento a la burla de haberse gastado millones de dólares para su construcción, para que cuando termina la máxima fiesta del deporte se queden ahí, sin vida y sin servir para nada.
Es por eso que el Comité Supremo para la Organización y el Legado (SC) de Qatar planeó la edificación de una nueva clase de recinto deportivo: el desarmable.
El Estadio 974 fue inaugurado apenas el año pasado durante la Copa Árabe de la FIFA celebrada en Qatar, lo que llenó de orgullo a los locales ya que este monumento al futbol será desarmado tras la culminación de la Copa Mundial 2022.
“Es el primer inmueble que cumple con las normas de la FIFA, un lugar que se está diseñando y construyendo para ser desmantelado por completo después del torneo”, reveló el ingeniero Mohammed Al Mulla, director del proyecto, durante la visita de este medio de comunicación al inmueble.
De esta manera, el Comité Supremo planea no desperdiciar ni un solo componente de este lugar, ya que será aprovechado al máximo durante el Mundial y al final de este.
“El estadio tiene una especie de estilo único y será completamente desarmado”, continuó Al Mulla.
“Por lo tanto, la estructura y los componentes podrían utilizarse para otras funciones: en una ubicación con la misma capacidad, con 40 mil asientos; o en múltiples lugares más pequeños, o incluso, utilizando estos contenedores certificados para fines de transporte de carga”, culminó.
Al Mulla y el Comité Supremo esperan que el Estadio 974 sea un ejemplo para las organizaciones de los mundiales del futuro y se terminen de una vez por todas los llamados “elegantes blancos”.